lunes, 30 de julio de 2007

Una conversación con ANICP+VIDA

Hablamos con varios miembros de la Junta Directiva de ANICP+VIDA a
propósito de su trabajo y de la situación que viven los PVVS en la
actualidad en Nicaragua. Bruce Nenzies es presidente de ANICP+VIDA,
Julio MENA es su Director y Yanina Miranda es la secretaria de la
asociación.

Pregunta: ¿Qué es ANICP +VIDA, quiénes lo integran y qué pretenden?



Bruce: ANICP+Vida es una asociación de Personas Viviendo con el VIH y el
SIDA y sus familiares, aquellos que han sobrevivido a las personas ya
fallecidas, o sea los padres, abuelos, hermanos, hermanas,… Somos
básicamente un grupo de auto apoyo. Informamos a los PVVS de cuáles son
sus derechos o de cuestiones generales relacionadas con el VIH como, por
ejemplo, que es una enfermedad tratable, que uno puede vivir muchos años
y que puede tener una vida digna si sigue ciertos consejos que aquí le
brindamos.

Pregunta: ¿Por qué una asociación específicamente de PVVS?

Yanina: Entre nosotros nos identificamos más. La verdad es que los PVVS
sabemos exactamente qué es lo que nos molesta, qué es lo que nos
perjudica, las dificultades que hemos tenido que pasar al visitar los
hospitales. Sólo aquí, en la asociación, entre nosotros, hablamos en
confianza y sabemos cuál es la problemática que hay en los hospitales,
sabemos la discriminación que se ha sufrido los PVVS. Aquí uno viene y
puede hablar tranquilamente, más que con los familiares de cada uno.

Pregunta: ¿En qué estado se encuentra la epidemia del VIH y el SIDA hoy
en Nicaragua?

Bruce: Las cifras oficiales pueden estar sobre las 2.910 personas con el
VIH y han muerto ya unas 600 personas con SIDA. Sin embargo, existe un
gran subregistro, las cifras en realidad son mucho más altas. Según
algunas proyecciones hay entre 40.000 y 50.000 personas con VIH hoy en
Nicaragua. En realidad, estamos como en muchas otras partes del mundo:
la mayoría de las personas con VIH no saben que lo tienen. Y así
estamos, vemos a las personas con VIH como una minoría, como cualquier
otra minoría. Hasta que no lleguemos a tasas de infección como en África
no nos daremos cuenta que el SIDA existe en Nicaragua. De hecho, aún
estamos negando la epidemia.

Pregunta: ¿De qué manera condiciona la situación de pobreza que se vive
en el país con la forma que está tomando la epidemia del VIH y el SIDA
en Nicaragua?

Julio: Está claro que el VIH lo puede tener cualquiera, depende de
cuáles sean sus prácticas. Pero no es lo mismo vivir el VIH siendo pobre
que siendo rico, es muy diferente. Sobrevivir como PVVS en Nicaragua
siendo pobre no es fácil, porque si comés una hora, no comés a la
segunda, y te acostás pensando en la comida. Aquí en la asociación
vienen compañeros sin comer a veces y tal vez andan empastillados, se
tomaron su medicamento, o lo andan en la bolsa para tomárselo, pero sin
nada qué comer.

Yanina: La pobreza lleva a que las personas no se alimenten bien, y eso
provoca que el organismo vaya disminuyendo sus defensas, su energía. Y
al final no tienen ganas ni de levantarse, menos de ir a trabajar. Tomar
el medicamento sin haber comido disminuye el efecto que éste te puede
hacer.

Julio: Los ricos no tienen problema porque ellos pueden resolver. Pero a
los pobres nos toca conformarnos con el sistema público de salud de
aquí. Y éste es muy precario. Los ricos pueden tratarse en los Estados
Unidos. Últimamente he estado visitando en el hospital a los pacientes
con VI H y SIDA. Ahí me he dado cuenta que los que fallecen no mueren de
SIDA, mueren de cualquier otra tontería, pero no mueren por SIDA. Mueren
porque no les hicieron los exámenes a tiempo, porque su familia no pudo
pagar las pastillas que le recetaron. Los PVVS en Nicaragua no mueren de
SIDA, mueren de pobreza.

Pregunta: ¿Cuál es el nivel de cobertura de los tratamientos
anti-retrovirales?

Yanina: En estos momentos hay 333 personas recibiendo medicación
anti-retroviral en el sistema público de salud. En su mayoría se
distribuye desde Managua, y no sólo porquee aquí haya un mayor número de
PVVS, sino porque muchos aún prefieren desplazarse a Managua y que su
situación no sea conocida allí donde viven. Les da miedo que una
enfermera o un médico lo puedan contar y luego ser señalados y
discriminados. En cualquier caso, 333 es una cifra muy baja en
comparación con las cifras oficiales de PVVS. Al principio de llegar los
recursos del Fondo Mundial contra el SIDA, la Malaria y la Tuberculosis
sólo llegaba medicación para ciento y poco, porque los compraban de
marca, pero lugo compraron genéricos en la India y Brasil y aumentó el
número de personas con tratamiento.

Bruce: También se prevé que aumente la cobertura a unas cuatrocientas
personas más con medicación proveniente de fondos del gobierno de
Venezuela. Con esto podríamos llegar a que entre setecientas y
ochocientas personas recibieran medicación anti-retroviral. El problema
es que siempre hay nuevos casos que demandan atención.

Julio: Aquí el problema es que el dinero no llega realmente a quien debe
llegar, que son los PVVS. No sé cómo pero el dinero del Fondo Mundial
llega a Nicaragua, pero después por ahí se pierde. Y lo cierto es que
cuando vos te hacés un examen sus resultados no llegan hasta los cinco
meses, porque no hay reactivo dicen, y cuando te llega tu examen ya no
te sirve. Tanto dinero que hay para SIDA y al final a los PVVS es muy
poco lo que les llega.

Pregunta: Pero además está el problema de las enfermedades oportunistas…

Julio: Este es otro problema. En Nicaragua vos tenés que costearte toda
la medicación para las enfermedades oportunistas. Hace unos meses estuve
internado y lo pasé realmente mal. Si no fuera por mi familia, que me
pudo comprar la medicación, hubiera muerto.

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