martes, 25 de marzo de 2008

EL VIH EN NICARAGUA






En el mundo hay 40 millones de personas afectadas por el VIH/sida, el 95% de ellos viviendo en países empobrecidos econó-micamente, como es el caso Nicaragua.
En este país, los primeros casos de infec-ción se detectaron en 1988, mucho más tarde que en otros países de Centroamé-rica. Actualmente, en Nicaragua hay regis-trados 2.910 casos de personas portado-ras del virus, pero realmente puede haber entre 40.000 y 50.000, ya que muchas de ellas no han sido diagnosticadas todavía. Se estima que el 65% de los casos se han producido por transmisión heterosexual.

DIFICULTADES EN LA LUCHA CON EL VIH
Son diversos los factores que dificultan la lucha contra la expansión del VIH en Nica-ragua. A continuación, detallaremos algu-nos de los más influyentes:
Deficiente descentralización de la aten-ción. Se prioriza la atención en las áreas de mayor prevalencia: Managua, Chinande-ga y León (concentran el 58% de los casos del país). En el resto de territorios se deri-van los casos a estas ciudades por lo que algunas personas han de invertir dos días de viaje para llegar hasta Managua y recibir atención. Obviamente, las personas que no cuentan con los recursos necesarios para llegar a los centros de salud mori-rán en sus localidades sin siquiera llegar a conocer su diagnóstico positivo. En otros casos, la lejanía de los centros de salud y la situación de pobreza los obliga a abando-nar el TARV.
Diagnóstico tardío. No todos los cen-tros de salud cuentan con laboratorios que procesen las pruebas de VIH. Por otro lado, suele ser muy baja o nula la percep-ción de riesgo de contraer la infección, por lo que el diagnóstico se realiza normal-mente cuando la persona ya se encuentra en etapa avanzada de SIDA.

Deficiente estrategia de prevención de transmisión vertical. La prueba de VIH no se ofrece a todas las mujeres embarazadas en los controles prenatales. En caso de mu-jeres ya portadoras del VIH, en muchos ca-sos los resultados de CD4 necesarios para decidir la combinación de medicamentos no llega a tiempo y, además, el parto por cesárea es difícil de garantizar en el siste-ma público. Por todo esto, la probabilidad de transmisión de madre a hijo en Nicara-gua se ubica en el 35%.
Baja calidad de la atención que acompaña al TARV. Partimos de la base de que menos de la mitad de las personas se-ropositivas que necesitan TARV pueden acceder al mismo. En el caso de tener ac-ceso a tratamiento, existen factores que complican su adherencia: interrupciones del tratamiento por no poder disponer de todo el necesario, inexistencia de ase-soramiento acompañando a la terapia, retrasos en pruebas de CD4 y carga viral y falta de medios diagnósticos y tratamien-to para infecciones oportunistas.

CULTURA E IDEOLOGÍA PREDOMINANTE
En Nicaragua abunda el machismo y los problemas de género. Es muy común que un hombre, aun casado, tenga varias compañeras sexuales. A esto se une la re-ticencia o rechazo total de la mayoría de ellos a usar el preservativo, por lo que han aumentado los casos de mujeres amas de casa infectadas por el VIH. Por otro lado, se ha de tener en cuenta el tabú que supone en Nicaragua todo lo relacionado con las enfermedades de transmisión sexual (sólo el 30% de las personas que sufren alguna ETS consultan con su médico).
Pobreza. Nicaragua es el segundo país más empobrecido económicamente de Centroamérica. Las personas seropositi-vas suelen ver disminuidas sus defensas por las carencias que tienen en su alimen-tación, lo que impide que el TARV sea todo lo eficaz que puede ser. Por otro lado, el sistema público de salud es muy precario y, en ocasiones, las personas portadoras del VIH mueren por una atención médica deficiente o porque los recursos econó-micos dirigidos a cubrir sus necesidades no llegan a su destino. Muchas personas mueren por falta de medicamentos bara-tos y eficaces.
En el caso de Nicaragua, la lucha contra el VIH/sida es también una lucha contra la desigualdad y la pobreza económica.

Area de cooperació Internacional ACASC

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