martes, 25 de marzo de 2008

RELATO PERSONAL; PROBLEMA GLOBAL















La angustia me puede, me encuentro en la sala de espera de mi médico. Soy recibido como siempre con una sonrisa. “¿Como te encuentras?” me pregunta. Respondo- fatal, que mi sensibilidad esta a flor de piel, tengo mareos , depresiones, nauseas , vómitos, estoy angustiado y débil. Soy una víctima, caminar me agota, mis piernas ya no responden como antes. El médico insiste en que todos estos sínto-mas habrán pasado una vez mi organismo se acostumbre o asimile la toma de medicación (antirretrovirales), pero que si veo que esta situación no cambia me dirija a urgencias, que allí se me prestara la ayu-da necesaria, efectivamente, la situación no cambia y esa misma semana sobre las doce del mediodÌa entro en urgencias, es-toy solo y comienzo a contemplar como llegan los heridos de un accidente de coches, un niño quemado, intentos de sui-cidio frustado y yo allí presenciando todo este panorama, son las 18 horas y aun no soy atendido. “Lo mío carece de importan-cia, me responde una enfermera de turno”, salgo a fumar una y otra vez, sirenas que suenan constantemente, más accidentes, entre gritos y llantos decido poner punto y final y marcharme. La enfermera detrás mio insiste en que me quede, que tengo que ser comprensivo y solidario. Al de Ìa siguiente pido visita con mi medico y le cuento toda mi odisea del día anterior, de lo que habÌa pasado en urgencias, la con-versación se convierte en una verdadera batalla para conseguir ser atendido por un profesional, psicólogo o psiquiatra, me daba igual, que solo necesitaba el apoyo moral de un profesional.

Mi medico cede a mi petición después de un largo rato pero me advierte que los servicios de psiquatria están colapsados, que como mucho me conseguirá una vi-sita dentro de dos semanas mas, transcurrido ese tiempo soy recibido por el profe-sional que comienza a tomar nota de todo lo que yo siento emocionalmente y que atribuimos o a los efectos de la toma de retrovirales , una vez acabada la entrevista me extiende una receta en la que puedo leer las palabras Transilium y Prozac , que después pude comprobar era la prescrip-ción médica habitual para todos los casos similares. A partir de este dia sonrío de buena mañana y tengo dulces sueños, por tanto puedo decir que soy un hombre sin miedos , que observa el día a día con una indiferencia absoluta. Por tanto al haber superado mis problemas con este particu-lar soma ,que seropositivos o no lo consu-men por igual ya me siento más seguro y soy uno más entre ellos.
Carlos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

CardedeuCarlos eres un valinte y tienes más paciencia que un Santo. Sé ded lo que hablas porque yó hace 30 años que voy a psiquiatras y psicólogos. Para mí ésta gente te pone la tirita ( receta )sín curarte la herida ( el problema de fondo ). De cualquir manera Carlos no te desanimes pues hay buenos profesionales es la Seguridad Social y de Pago. SI yo he salido del pozo tú también lo harás, ya verás como sí; ANIMOS. Tomás.

Anna Tomasi dijo...

Y si lo conocieras.... es guapisimo, aunque a veces se pone un poco mal humorado, ja, ja, es broma. Un beso y hasta el miercoles.