El VIH genera diversas complicaciones en la salud psíquica y emocional de una persona. Por una parte el virus afecta al sistema nervioso central, por otra parte la carga emocional que conlleva enfrentarse a la enfermedad, desde el momento en el que se conoce la fatal noticia, hasta intentar hacerse a la idea de tener que convivir con una enfermedad que te acompañara el resto de tu vida.
El virus, de igual manera que afecta a los demás órganos del cuerpo, también se introduce en el sistema nervioso central, lo que provoca, dependiendo de la persona una serie de problemas neurológicos que van desde ligeros déficits cognitivos hasta patologías de mayor gravedad como la demencia grave. De unos años a esta parte el aumento de la expectativa de vida conseguida por las nuevas familias de antirretrovirales ha hecho observar el aumento de complicaciones psiquiátricas en infectados por el virus. Diversos estudios han hallado una relación entre el aumento de la carga viral y la disminución de la masa cerebral en personas infectadas con VIH con respecto a personas que no infectadas.
Por otra parte la carga emocional que conlleva aceptar la enfermedad, desde el momento en el que se conoce la fatal noticia, obliga a la persona afectada a enfrentarse a diversos conflictos que condicionaran su vida para el futuro, como romper con la vida normal que se había llevado hasta ese momento e intentar hacerse a la idea de tener que convivir con una enfermedad que te acompañara el resto de tu vida y que puede manifestarse en cualquier momento como una bomba de relojería. Además la implicación social que conlleva la enfermedad es causa también de situaciones que pueden ocasionar conflictos emocionales con la familia, amigos o personas con las que se convive, a la hora de comunicarle el desagradable hecho y por el temor al rechazo que pudiera provenir de estos. Todo esto provoca un estado de sensibilización que puede conducir a una situación de vulnerabilidad frente a problemas emocionales que pueden degenerar en estados de ansiedad y depresión.
Según los estudios médicos que se han hecho sobre psiquiatría y SIDA, entre las diversas patologías psiquiátricas asociadas a la infección por VIH se encuentran:
Confusión mental (delirium) con un porcentaje de afectados de un 30 a 40 por ciento, se caracteriza por el trastorno de las funciones mentales superiores que pueden desembocar en una alteración de la conciencia. Demencia: con alrededor de un 90 por ciento de pacientes con déficit cognitivos leves hasta un 15 a 25 por ciento con una demencia plenamente desarrollada, produce la perdida progresiva de algunas funciones como la memoria, perdida de atención y en casos mas graves perdida de identidad. Psicosis: produce un trastorno de la personalidad y una perdida del contacto con la realidad, lo que provoca un deterioro del comportamiento social. Trastornos del humor (depresión): la más común de las afecciones, es un estado de abatimiento o infelicidad que se manifiesta de forma transitoria o permanente, afecta directamente a las emociones provocando tristeza, abatimiento e irritabilidad. Trastorno de ansiedad, que van desde una ansiedad leve hasta el trastorno por estrés post-traumatico, se caracteriza por un sentimiento de preocupación persistente al enfrentarse a hechos de la vida diaria.
Aunque en el ámbito de las instituciones medicas se han establecido protocolos, para tratar este tipo de problemas, no se le da suficiente importancia a algunos casos que por no tan graves no son menos importantes y que por falta de atención pueden degenerar en otras patologías. Cuando el medico se encuentra con un seropositivo que solicita su ayuda, tiene que tener en cuenta que delante tiene a alguien que se ha enfrentado y se enfrentara día a día con situaciones que le producirán dudas y temores y que afectaran a su vida y a su relación con la sociedad, en definitiva en la mayoría de los casos con alguien especialmente sensible y con la autoestima baja y al que la sociedad(incluida la institución medica) y peor aun sus seres mas queridos hasta hace no muchos años y en algunos casos también hoy día, le culpaban y le marcaban por estar enfermo.
Enrique
El virus, de igual manera que afecta a los demás órganos del cuerpo, también se introduce en el sistema nervioso central, lo que provoca, dependiendo de la persona una serie de problemas neurológicos que van desde ligeros déficits cognitivos hasta patologías de mayor gravedad como la demencia grave. De unos años a esta parte el aumento de la expectativa de vida conseguida por las nuevas familias de antirretrovirales ha hecho observar el aumento de complicaciones psiquiátricas en infectados por el virus. Diversos estudios han hallado una relación entre el aumento de la carga viral y la disminución de la masa cerebral en personas infectadas con VIH con respecto a personas que no infectadas.
Por otra parte la carga emocional que conlleva aceptar la enfermedad, desde el momento en el que se conoce la fatal noticia, obliga a la persona afectada a enfrentarse a diversos conflictos que condicionaran su vida para el futuro, como romper con la vida normal que se había llevado hasta ese momento e intentar hacerse a la idea de tener que convivir con una enfermedad que te acompañara el resto de tu vida y que puede manifestarse en cualquier momento como una bomba de relojería. Además la implicación social que conlleva la enfermedad es causa también de situaciones que pueden ocasionar conflictos emocionales con la familia, amigos o personas con las que se convive, a la hora de comunicarle el desagradable hecho y por el temor al rechazo que pudiera provenir de estos. Todo esto provoca un estado de sensibilización que puede conducir a una situación de vulnerabilidad frente a problemas emocionales que pueden degenerar en estados de ansiedad y depresión.
Según los estudios médicos que se han hecho sobre psiquiatría y SIDA, entre las diversas patologías psiquiátricas asociadas a la infección por VIH se encuentran:
Confusión mental (delirium) con un porcentaje de afectados de un 30 a 40 por ciento, se caracteriza por el trastorno de las funciones mentales superiores que pueden desembocar en una alteración de la conciencia. Demencia: con alrededor de un 90 por ciento de pacientes con déficit cognitivos leves hasta un 15 a 25 por ciento con una demencia plenamente desarrollada, produce la perdida progresiva de algunas funciones como la memoria, perdida de atención y en casos mas graves perdida de identidad. Psicosis: produce un trastorno de la personalidad y una perdida del contacto con la realidad, lo que provoca un deterioro del comportamiento social. Trastornos del humor (depresión): la más común de las afecciones, es un estado de abatimiento o infelicidad que se manifiesta de forma transitoria o permanente, afecta directamente a las emociones provocando tristeza, abatimiento e irritabilidad. Trastorno de ansiedad, que van desde una ansiedad leve hasta el trastorno por estrés post-traumatico, se caracteriza por un sentimiento de preocupación persistente al enfrentarse a hechos de la vida diaria.
Aunque en el ámbito de las instituciones medicas se han establecido protocolos, para tratar este tipo de problemas, no se le da suficiente importancia a algunos casos que por no tan graves no son menos importantes y que por falta de atención pueden degenerar en otras patologías. Cuando el medico se encuentra con un seropositivo que solicita su ayuda, tiene que tener en cuenta que delante tiene a alguien que se ha enfrentado y se enfrentara día a día con situaciones que le producirán dudas y temores y que afectaran a su vida y a su relación con la sociedad, en definitiva en la mayoría de los casos con alguien especialmente sensible y con la autoestima baja y al que la sociedad(incluida la institución medica) y peor aun sus seres mas queridos hasta hace no muchos años y en algunos casos también hoy día, le culpaban y le marcaban por estar enfermo.
Enrique
1 comentario:
Me ha gustado mucho el cuadro de este blog.¿¿ Es una obra de Giger?
Juan
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